Lo de fijar precios siempre es un problema, ¿verdad? Al menos al principio de la aventura como emprendedor. Tarde o temprano llega el momento de: “vale, voy a hacer esto y lo otro… ¿Y cuánto voy a cobrar por ello? ¿Me quedaré corto? ¿Estaré pidiendo mucho?
Además de los costes evidentes que hay que incluir en el cálculo, como los costes fijos (alquiler, factura luz, internet…) los de fabricación (si es que es un producto), o mantenimiento (si es que es una plataforma online), está el valor de tu trabajo, de tus horas, que siempre es el más difícil de calcular ya que es algo intangible.
Si este es tu caso, si crees que cobras poco, que no te da la cuenta al final del mes, o quieres revisar tus tarifas, sigue leyendo, porque en este post te traigo un recurso muy interesante.
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