Comenzamos planteando un servicio, el que sea, y nos ponemos a trabajar en él. Pasa el tiempo y resulta que en muy raras ocasiones nos plantearnos si lo podemos hacer mejor, si podemos innovar. Y nos estancamos. Más que nada porque llevamos tanto tiempo haciéndolo de la misma forma, que ya no sabemos plantearnos sí se puede hacer de algún otro modo, si nuestro cliente ideal espera otra cosa.
Para mí, innovar y cuestionarse todo el tiempo lo que estoy haciendo, es un básico. Para ello, usar todo tu pensamiento creativo bien canalizado puede marcar un antes y un después en la percepción que tienen tus clientes de tu servicio y, por lo tanto, mejorar ventas.
Aquí te dejo 8 claves para usar el pensamiento creativo en la mejora de tus servicios.