Censores de la creatividad, hay un montón.
Y casi todos dentro de nosotros mismos. Es la parte buena, y también la parte mala.
Uno de ellos, muy común, y que todos solemos tener todos en mayor o menos medida, son los prejuicios. Esto dicho así, suena un poco feo. Supongo que estarás pensando, al igual que yo, que tú evitas tenerlos, que no te dejas llevar por una primera impresión, que esperas a conocer más a algo o a alguien para sacar tus propias conclusiones… Yo también lo pensaba, hasta que me di cuenta de que no era tan así.
Seguro que ya sabes que los prejuicios tienen una base cultural y dependen de qué te hayan enseñado y de dónde vengas. Si a alguien que desde pequeño le han dicho que las chicas que llevan coleta son unas chungas (ejemplo chorra donde los haya), pues por mucho que quiera no hacerlo, cuando esa persona vea a una por la calle, de entrada le va a tirar para atrás.
Los prejuicios, cuando emprendemos un proyecto (sea empresarial o no), la mayoría de las veces, nos afectan para mal. Como a cualquier ámbito de nuestra vida.
Hasta aquí seguro que estás de acuerdo conmigo (y sino, ¡abajo tienes la zona de comentarios para dejar tu opinión que será súper bienvenida! 😀 )
Los prejuicios nos censuran la creatividad… ¡pero tiene solución! Compartir en X
Tener prejuicios no es malo. Bueno, sí lo es, pero es peor tenerlos y no saberlo, o no hacer nada para “controlarlos”. A las personas en general, nos gusta poner etiquetas para sentirnos seguros, y no amenazados. Saber qué es cada cosa y de qué rollo va cada persona con la que nos encontramos. Pero lo cierto es que, de este modo, te cierras las miras una barbaridad y cuando trabajas en proyectos creativos necesitas justo lo contrario. Necesitas abrir la mente.
Si nunca has estado en Nepal te digo que me describas cómo crees que es, seguro que me expones una idea bien clara de cómo piensas que son las personas de allí, los paisajes y si me apuras hasta la comida. Incluso si nunca has visto fotos de Nepal con detalle. Y si no conoces a nadie que haya estado allí, ni tienes intención alguna de dejarte caer por aquellos parajes. Con saber que cae por Asia, que no tiene mar y 4 cosas de tu cosecha, podrías sacar una imagen clarísima y con total nitidez. Todos tenemos ideas preconcebidas sobre cosas que no conocemos, pero la parte buena, sería que no dejemos que nos afecte a la hora de trabajar y de sacar ideas adelante.
¿CÓMO AFECTA ESTO A LA CREATIVIDAD?
Estos son los posibles problemas de hacer un “juicio” demasiado rápido, y te pongo cosas reales que me han sucedido a mí en el pasado:
– Alguien me propuso una idea, y la rechacé de entrada sin pensarlo demasiado. Luego pensándolo en frío, me di cuenta de que en realidad, no era tan mala… (al contrario)
– Yo misma tenía una idea, y me autocensuré por no parecerme “apropiada”
– Trabajando con un grupo de personas, al usar prejuicios, no estaba realmente abierta a según qué opiniones, o a la idea de tal persona porque trabaja en tal empresa.
Ya ves por dónde voy.
Y te hablo de mi experiencia propia y no de lo que “en teoría” pasa.
¿SOLUCIONES?
Sí, pero todas requieren esfuerzo. Esto es lo que hago yo:
– La primera es tratar de convivir con gente de lo más variada. En mi caso personal, tuve la suerte de que cuando hice mi máster en Barcelona (I miss u BCN!), tuve la grandísima suerte de compartirlo con un montón de compañeros de un montonazo de países diferentes a los que antes no había tenido acceso. Conocer cosas sobre todas esas culturas de primera mano fue fascinante, y un lujazo. ¡Eso sí que me abrió las miras de un plumazo!
– Viaja todo lo que puedas y más. Ve a los sitios pero siendo un viajero, un visitante, y no un turista que va a sacarse la foto. Como viajera empedernida que soy, te aseguro que no hay mejor forma de aprender.
– Cuando tengo una idea la dejo reposar un poco antes de desecharla por completo. ¡No quiero juzgarla antes de que siquiera haya nacido!
– Cuando alguien me propone algo, me esfuerzo por ser sincera en cuanto a mis impresiones y no tomo decisiones por cosas que solo son un suponer. Hago preguntas si se me plantean dudas y no doy nada por hecho (muy importante y que además evita los malentendidos).
– Empiezo pensando en positivo, creo que para ponerse a pensar mal siempre hay tiempo. Dentro de lo que es ser precavido y sabiendo decir que no cuando hay que hacerlo, me gusta escuchar las ideas de los demás y sobre todo, las mias propias.
Con estas cuatro premisas, yo aprendí a abrir mis miras mucho más y a valorar TODAS las opciones, las que yo misma me planteo y la que me proponen los demás. Luego, decidir si tu idea, o la que te proponen, es buena o no, es el siguiente paso 😉
¡Espero que estas palabras te ayuden a reflexionar! Mi intención es ayudar con mi experiencia a aquel que tenga pequeños problemas creativos como yo tuve, e irse deshaciendo de los prejuicios es un hábito muy bueno.

1 comentario en «Verdades verdaderas sobre cómo librarse los prejuicios en creatividad»