Bloqueos creativos: enfrentarte al papel en blanco y no quedarte traspuesto

¿Cuesta empezar? Ya sabes que sí. No sé lo que haces tú al empezar. Yo despejo mi mesa, concierto un montón de citas inútiles fingiendo que son importantes. Lo evito, lo retraso, doy largas. Siempre me asusto, convencido de que no sabré qué hacer. Es un momento aterrador. Y cuando por fin empiezo me quedo asombrado. No está tan mal…

Frank Gehry

 

Este texto, se lo escuche a Frank Gehry en un documental sobre su vida y yo sí que me quedé traspuesta. Por aquel entonces, yo todavía estaba estudiando y, como me encantan los repostajes y los libros biográficos, pensé que igual conocer un poco la vida de Gehry y su forma de trabajar arrojaba un poco de luz a mi proceso creativo. Imagínate y angustia al descubrir que el mismísimo Frank Gehry se quedaba petrificado cada vez que se enfrentaba al papel en blanco. Si esto le pasa a él, ¿qué no nos pasa al resto de los mortales? Esperar alguna respuesta y encontrarse que a uno de los grandes le pasaba lo que a mí, fue decepcionante… a la vez que revelador.

 

bloqueos creativos

 

El momento de empezar algo, es un momento delicado. Aunque lo tengas claro. Puedes quedarte vacilante en el momento en el que quieres ya ponerte a formalizar tu empresa (como para no), cuando trabajas para otro, o cuando quieres hacer un simple boceto sobre cómo quedaría algo nuevo instalado en tu propia casa. Pasa mucho y nos pasa a todos. Pero a unos más que a otros.

Para mitigar el miedo al papel en blanco y empezar algo con ganas y buen pie, como casi siempre, primero hay que saber por qué suceden las cosas o, más bien, qué pasa dentro de nosotros para que eso sea así.

 

Bloqueos creativos: por qué me quedo traspuesto frente al papel en blanco Compartir en X

 

Yo te voy a dar unas posibles causas, a ver cuál es la tuya, para que después puedas ponerle solución. Igual te afecta una, igual todas y ojalá un poquito y solo alguna de ellas (si es así, bien por ti)

Puede ser…

 

… por inseguridades personales

Estos factores son las más “peliagudas” pero quizás las más fáciles de solucionar, más que nada porque están en ti mismo y de ti depende ponerle solución. Hay un montón de problemillas internos que nos provocan bloqueos creativos (que como te decía, iremos viendo), e iremos profundizando en sucesivos post, pero cosas como el miedo a no saber hacerlo bien o el miedo a la inestabilidad son grandes paralizadores que nos afectan a la hora de empezar. ¡Detéctalos!

 

… por tu círculo social

Ayyyy…. El famoso “qué dirán”. Si le preguntas a la mayoría de la gente de dirá que lo que opinen los demás les importa muy poco, pero a todos, en mayor o menor medida y como animales sociales que somos, nos importa o, al menos, no queremos meter demasiado la pata frente a los demás. Y por los demás no me refiero a la masa en general, sino que me refiero a tu entorno más cercano. Familiares y amigos que, con buena intención (¡sino no serían familia y amigos!) creen saber qué es lo mejor para ti o esperan de ti determinadas cosas, pueden paralizar tus alas creativas antes de empezar. Tienes que analizar lo que escuchas de ellos, tenerlo siempre en cuenta, pero luego filtra lo que te conviene y te da vida, de lo que no.

 

… por la cultura de cada uno

Donde te has criado y de donde tú vienes te afecta de por vida. Para bien y para mal. De tu grupo social, el que sea, has sacado una serie de valores y planteamientos que, aunque con el tiempo los vas adaptando a ti y a tu proceso de madurez, están ahí de una forma u otra. Y ocurre que, muchas veces, uno tiene un sueño o un proyecto en mente, o una empresa revolucionaria que, de algún modo, se contradice con este “de donde yo vengo”, de lo que es aceptable y coherente con la cultura que tú tienes, y de lo que no. ¿Mi consejo? Tienes que diferenciar y definir primero hasta dónde vale la pena tener en cuenta este hecho, y segundo definirte a ti mismo honestamente y ver si realmente tu idea o tu proyecto está o no está desalineado con esos valores.

 

Soluciones para no paralizarse antes de empezar Compartir en X

 

La principal solución a todo esto, ya te la decía Gehry al principio: SIMPLEMENTE EMPIEZA. Porque empezar, es difícil siempre. Ya ves que no es fácil para nadie, ni siquiera para los más grandes, los que ya han hecho muchas cosas. Olvídate del miedo o, más bien, conócelo y tenlo presente pero no pienses demasiado en él. Empieza despacito, poco a poco, a ver qué pasa. Y sobre todo, empieza sin presión, sin expectativas. Está bien marcarse unos objetivos, pero no lo está obsesionarse con ellos.

 

Según como yo lo veo…

No vale de nada rayarse pensando en lo que me juego si has decidido que te lo vas a jugar

No vale de nada paralizarse porque habrá personas a las que no le va a gustar

No vale de nada renunciar a tus proyectos porque no siguen los valores de otro que no eres tú

No vale de nada tirar por la borda ideas o iniciativas por miedo a hacerlo mal

No vale la pena vivir preguntándose “¿qué hubiese pasado si lo hubiese intentado?

 

Si te ha gustado este post, sería genial que lo compartieses para que más personas empiecen a hacer cosas. Ya sabes, entre todos podemos hacer nacer grandes ideas que hagan que todo cambie.

 

creatividad

Deja un comentario