Cómo sistematizar tu trabajo para hacer menos y conseguir más

Todos los que emprendemos, tenemos (por lo general) un sueño común: poder trabajar menos horas para poder hacer otras cosas con libertad. Aunque empezamos metiendo muchas horas en poner todo en marcha, vivimos con la ilusión de que, poco a poco, este tiempo se reduzca, aunque sea un poco.

La forma de conseguir esto, siempre es la misma: sistematizar tu forma de trabajar, establecer como una especie de “protocolo de actuación” que te permita ir reduciendo tiempos muertos y ser más eficiente en todo lo que haces. Además, sistematizarlo todo al máximo hace que puedas tener lo más básico “cubierto” y tú puedas dedicarte a desarrollar la parte más creativa del negocio para hacerlo crecer.

Montar todo este sistema no es fácil y depende mucho de las necesidades de cada uno, pero sí quiero contarte cómo lo he hecho yo hasta ahora y cómo he conseguido establecer estos procedimientos en mi día a día.

Leer más

Mis trucos para evitar las distracciones cuando estoy trabajando

8 a. m. Empiezas a trabajar. Estás medio dormido, pero a tope de power. ¿Cómo iba a ser de otra manera? ¡Estás poniendo en marcha tu proyecto! Eso es, cuanto menos, ilusionante. Venga va. Miras todos los mails pendientes. Uf, la verdad es que tienes mucho por hacer. La lista de tareas para ese día es bien larga. Bah, no pasa nada si antes de nada le echas un vistacito al Facebook, ¿no? Bueno, y ya que estás, mejor que sea con un café calentico, que siempre cunde más. Vas a donde está la cafetera. A la vuelta, echas otro vistazo al mail, no vaya a ser que haya entrado algo y te lo hayas perdido. Una vez revisas todo el Facebook, ya que estás, te pasas también por Twitter y dejas tu mensaje de #buenosdias. Guauu, ¿qué el periódico dice que le van a subir los impuestos a los autónomos? Espera, espera, esto tienes que investigarlo… Pero como no encuentras mucha información, le das un toque a tu amigo Pedro que controla sobre esos temas. Total, que entre pitos y flautas, son las 12 de la mañana y tú todavía no has hecho NADA (o casi nada) productivo.

¿Te suena?

Leer más

5 trucos para motivarse y hacer las tareas que no gustan

Lo sé. No apetece.
Ni para comenzar con tu pequeño negocio ni para mantenerlo.
Las detestas, y lo sabes.
Pero no hay remedio, están ahí. Hay que hacerlas.
Sí, estoy hablando de las tareas que menos te gustan, las pesadas, repetitivas, arduas o carentes de interés. O todo lo anterior mencionado, a la vez.

Leer más

Cómo aprender a priorizar en tus proyectos con un sencillo método

Una de las cosas de las que se suele hablar a la hora de gestionar el tiempo con el fin de ser lo más productivo posible en el trabajo, es priorizar. Pero lo cierto es que este es un término tan amplio y ambiguo que es bastante más fácil de decir que de hacer.

¿No sabes muy bien cómo priorizar tus tareas para ponerte a trabajar? No te preocupes, que en este post, te doy algunas pistas.

Leer más

Y tú, ¿eres activo o reactivo?

Dicen que el estrés es uno de los factores que causa mayor número de enfermedades hoy en día. En un mundo tan competitivo, todos estamos sometidos a más o menos presión, especialmente laboral. Problemas, imprevistos, falta de avance, no conseguir hacer nada significativo… Todo esto, son elementos que nos hacen llenarnos de frustración, nos desmotivan, aunque el trabajo que tenemos nos encante. Aunque hayas emprendido el negocio de tus sueños. Son cosas que vienen en el “pack”.

Hay un tipo de presión, que proviene del exterior, que es ajena a nosotros y contra la que no podemos hacer demasiado. Nos va a venir queramos o no. Mejor no intentar controlar lo que no depende de nosotros (¡eso nos generaría más estrés!). Pero sí hay una parte de esa presión, de ese estrés, que está en nuestra mano controlar.

Y eso depende de si eres activo o reactivo.

Leer más

El truco para que tus horas sean productivas y dejes de perder el tiempo

Hace poco leí la siguiente historia, sobre un estudio que llevaron a cabo las psicólogas Judith Rodin y Ellen Longer:

El estudio se llevó a cabo en una residencia de la tercera edad. Sometieron a estudio a un grupo de personas que gozaba de buena salud, el cual dividieron en 2: al primero de los grupos, le dieron total autonomía en sus horarios, podían organizar su día como creyesen oportuno; y al segundo grupo, se les ponía el horario con el que funcionaba la residencia. El estudio duró 18 meses, en los cuales todos los residentes que habían enfermado o incluso fallecido, pertenecían al grupo de personas que seguía el horario establecido por el centro.

Flipante es poco.

Leer más