Todos los que emprendemos, tenemos (por lo general) un sueño común: poder trabajar menos horas para poder hacer otras cosas con libertad. Aunque empezamos metiendo muchas horas en poner todo en marcha, vivimos con la ilusión de que, poco a poco, este tiempo se reduzca, aunque sea un poco.
La forma de conseguir esto, siempre es la misma: sistematizar tu forma de trabajar, establecer como una especie de “protocolo de actuación” que te permita ir reduciendo tiempos muertos y ser más eficiente en todo lo que haces. Además, sistematizarlo todo al máximo hace que puedas tener lo más básico “cubierto” y tú puedas dedicarte a desarrollar la parte más creativa del negocio para hacerlo crecer.
Montar todo este sistema no es fácil y depende mucho de las necesidades de cada uno, pero sí quiero contarte cómo lo he hecho yo hasta ahora y cómo he conseguido establecer estos procedimientos en mi día a día.