Querida Marta de 20 años,
te escribo desde 2015. Entre nosotras, 10 años de diferencia, ya que tú estás en 2005 ahora mismo. Esta carta no es para darte consejos sobre chicos, ni para que cuides tu peso, ni para advertirte sobre cortes de pelo erróneos. Lo siento, en estas cuestiones, estás a tu suerte.
Mi objetivo, es ponerte en sobre aviso de cosas relacionadas con el ámbito laboral, que, posiblemente, sea de los más complicados. Al menos aquí en 2015.
En 2005, las redes sociales estaban en fase embrionaria, y no había Whatsapp, ni hípsters, ni Video Bloggers, ni la gente tenía smartphones. Lo sé, no sabes de qué te estoy hablando, pero es que ni te imaginas lo que puede cambiar el mundo en 10 años…