Mi experiencia en un Coworking

Aunque creo que no lo he dicho por aquí, llevo un mes trabajando en un espacio de coworking.

El comenzar a trabajar en él no fue para nada una decisión meditada ni mucho menos, sino que, un buen día, me dio el punto. De la misma forma que un día se me cruzó el cable y me corté el pelo después de 20 años ininterrumpidos de melenón, y de la misma también un día me lo dio también cuando decidí montarme algo por mi cuenta… esos “puntos” que le dan a uno, ese momento en el que se te enciende la bombilla y haces caso de ese impulso interno que te pide hacer algo en concreto, son cosas de las que luego no te sueles arrepentir.

Y así ha sido en esta ocasión también.

Leer más

Cocrear, o cómo desarollar buenas ideas con otros creativos

Dicen que cuando dos mentes se unen salen mejores resultados que cuando trabaja una sola por separado. No puedo estar más de acuerdo. Si una mente creativa y con ganas de crear algo nuevo tiene todas las papeletas para triunfar, imagínate si se une con otra que comparta los mismos ideales. Compartir un proyecto o una serie de ilusiones con alguien que las vive como tú es un chute de energía que te impulsa a seguir a tope. Sin embargo, la receta de la cocreación, según yo lo veo, requiere de unos cuantos ingredientes importantes sin los cuales se nos puede echar a perder el resultado final.

Leer más

Cuando yo tenía un trabajo gris, y cómo debería ser un equipo creativo

El otro día escuché de boca de una señora, que lleva toda su vida dedicándose a trabajar en una granja que, a sus 70 años, seguía trabajando en ella porque, sino, ¿qué otra cosa iba a hacer?. Su trabajo nunca le había gustado, nunca le había convencido cómo funcionaba el “sistema” ganadero (no te puedo concretar más porque soy una completa ignorante de este tema y su funcionamiento), se ayudaban entre los vecinos de la zona, a cada cual más malhumorado, y además, para el poco dinero que le daba ahora mismo, perfectamente podría dejar de hacerlo y dedicarse a otra cosa (o a disfrutar de su jubilación, que es bien merecida). Tanto trabaja la pobre mujer, que ya le han dado varios teleles provocados por el estrés y el estar mal a gusto. Ya sé que son formas de pensar de una generación de personas admirables y trabajadoras, especialmente estas mujeres, que han trabajado duro toda la vida y que ya, a estas alturas de su vida, no saben vivir de otra manera… pero esta historia me dio que pensar, porque, posiblemente, esta señora iría a trabajar más feliz, si hubiese tenido un grupo de personas que le ayudasen y con el que tuviese buen rollo.

Leer más