¿Sabes cobrar lo que te mereces por tu trabajo?

Lo de fijar precios siempre es un problema, ¿verdad? Al menos al principio de la aventura como emprendedor. Tarde o temprano llega el momento de: “vale, voy a hacer esto y lo otro… ¿Y cuánto voy a cobrar por ello? ¿Me quedaré corto? ¿Estaré pidiendo mucho?

Además de los costes evidentes que hay que incluir en el cálculo, como los costes fijos (alquiler, factura luz, internet…) los de fabricación (si es que es un producto), o mantenimiento (si es que es una plataforma online), está el valor de tu trabajo, de tus horas, que siempre es el más difícil de calcular ya que es algo intangible.

Si este es tu caso, si crees que cobras poco, que no te da la cuenta al final del mes, o quieres revisar tus tarifas, sigue leyendo, porque en este post te traigo un recurso muy interesante.

Por mucha creatividad y buenas ideas que tú tengas, si no te están pagando lo que merecen estas ideas, no te valdrá de mucho. Parece que esto del dinero es un tema tabú, incluso “sucio” que a muchísimas personas les cuesta tratar y que no está bien visto hablar sobre ello. Sin embargo, todos necesitamos de éste para sobrevivir.

Si intentas competir por precio, es decir, si poner tarifas a la baja, pasarán dos cosas:

Primero, te posicionarás en un mercado low cost, en el que, para conseguir los ingresos suficientes, deberás vender volumen… y esto no siempre es fácil.

Segundo, corres el riesgo de vender algo bueno que se percibirá como algo de poca calidad.

 

cobrar lo que te mereces

Poner un precio bajo te obligará a aceptar cualquier tipo de cliente, los buenos y los no tan buenos. Este planteamiento no te permitirá elegir, tendrás que decir que sí a todo, incluso a lo que no te conviene o no te vale la pena.

 

Cómo cobrar lo que te mereces por tu trabajo Compartir en X

 

Así que cuidado con esto, porque estamos partiendo de la base de que estás ofreciendo un producto/servicio bueno, que realmente ayuda a las personas. No tomes como ejemplo a aquellos que intentan vender humo, poniendo un precio alto y ofreciendo algo que no lo vale para nada; igual engaña a unos cuantos, pero siempre llevará de perder a la larga.

Pon un precio alto a su servicio/producto, siempre y cuando se corresponda en calidad y para ello, pregúntale siempre:

 

¿Qué ventajas obtiene tu cliente cuando trabaja contigo y no con la competencia?

¿Cuánto está dispuesto a pagar por tu cliente un servicio como el tuyo?

¿Cómo es la experiencia que recibe con tu servicio?

 

Tendrás que trabajarte muy bien estas 3 cosas para poner una tarifa adecuada a lo que tú estás ofreciendo.

No hay que poner precios altos a todo “porque sí”, sino valorar si lo que ofreces tiene puesto un precio que le hace justicia. Sino, no te tomarán en serio, y tus clientes se verán en la posición de probar a “apretarte” más.

No se trata de poner un precio alto, sino de poner un precio justo, de cobrar lo que te mereces. Para ello, puedes usar la Calculadora freelance de la estupenda Laura López que te será de ayuda a la hora de calcular tus precios de una forma muy rápida y sencilla.

 

Te toca: ¿tienes algún tuco para calcular tus precios? ¿Crees que no cobras tanto como deberías? ¿Te ves obligado a aceptar todo tipo de trabajos para pagar las facturas? Puedes dejar tu comentario en la parte de abajo.

firma DC

 

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