Aquí empieza tu Nueva Era

Darme cuenta, de que no me sentía identificada con el negocio que había construido durante los últimos 10 años, fue duro.

Fue en 2021 en forma de burnout. Me había metido en una espiral de productividad tóxica, en una especie de piloto automático que me decía todo el rato “no llegas”.

Era una voz muy cansina.

Si lo veías todo desde fuera, las cosas iban bien. En teoría, había conseguido “el éxito”. Estaba trabajando con grandes empresas del país y con multinacionales de renombre, y conseguía una facturación buena y constante. 

Eso, en la teoría. En la práctica, estaba desquiciada.

Podría echar balones fuera, y echarle la culpa de todo a la sociedad, al sistema educativo y a las esperanzas rotas de toda una generación.

Pero no, porque aunque conozco bien el contexto social que nos empuja a funcionar de esa manera (de eso, si quieres, hablamos otro día) llega un momento en el que hay que hacer autocrítica. En mi caso, lo que había pasado era que yo había averiguado cómo era que había que hacer para montar una empresa, y lo hice tal cual. Por “el manual”.

No me cuestioné nada, simplemente, lo hice. 

Estaba siguiendo las reglas al dedillo.

Esa actitud de buscar ahí fuera quien te diga cómo hacer las cosas, de esperar validación de lo que haces, es mucho más cómodo, porque no tomas riesgos. 

Vas sobre seguro.

No tienes que desarrollar tu criterio, ni confiar en tu visión. Lo cual es paradójico porque, emprendes para tener libertad, y lo primero que haces es buscar quien te diga qué tienes que hacer o, como en mi caso, observas como se ha hecho siempre y lo imitas sin dudar.

Quizás a ti también te ha pasado, que le has puesto mucho esfuerzo a montar un negocio, pero luego lo sientes como algo lejano y ajeno a ti.

El caso es que yo estaba ahí, con una empresa montada y funcionando, con la que no sentía demasiada conexión. No había mucho de mí en ella. No me sentía inspirada ni ilusionada.

 

 

Cómo cambiaron las cosas

 

Larga historia hecha corta, cuando volví de un largo parón por mi burnout, sabía que las cosas tenían que ser muy diferentes.

 

Como sé que no soy la única que está quemada de todo esto, te cuento lo que hice:

1 – Me pasé un año entero cuestionando cómo se estaban haciendo las cosas en el mundo empresarial. En todo tipo de empresas que yo conocía desde dentro, pero también en los mensajes que se están dando ahí fuera

2 – Luego, apagué el ruido, y dejé de seguir a cualquier cuenta sobre temas de emprendimiento para aterrizar yo mi propia visión sobre cómo quiero que sea mi empresa y qué cambios quiero hacer fuera. 

Por ejemplo, no entendía cómo es que la persona que contrata a un mentor/a para que le ayude tiene que adaptarse a la forma de trabajar que le impone el mentor, y no el mentor a ella. Eso, me sigue volando la cabeza

3 – Hice muchos experimentos, medí todo y saqué grandes conclusiones. Tangibilicé mi visión en servicios y traté de desarrollar mis habilidades al máximo para hacer mi trabajo lo mejor posible

4 – Cerré muchos melones pendientes que solo aportaban ruido, y dije que no a muchas cosas que no se alineaban con mi visión y que era posible que mermasen mi salud (incluso algunas que parecían interesantes y algunas otras de MUCHO dinero) 

5 – De los melones pendientes, escogí solo 1, que fue De CEO a 100, y me propuse crear una mentoría totalmente alineada a mi nueva visión, que tratase de crear negocios de forma libre pero sostenible en el tiempo. Es un formato pensado para aportar mucho valor, pero también motivador y adaptado a mí. Un equilibrio perfecto

6 – Me comprometí: con mi visión, con mi salud, con mis Emprendedores/as Change Makers y con el cambio que quiero crear. Me recuerdo cada día cuál es el mundo que quiero que se construya, y el valor que yo quiero aportar

Y ahí, nació mi Nueva Era.

No ha sido un camino nada fácil. Recuperar mi salud ha sido (está siendo) todo un reto. Alinearme con lo que quiero genuinamente, también. Crear una oferta que aporte valor, y que a mí me ilusione, ni te cuento.

Pero, mirando hacia atrás, todos los puntos se unen. Y de una buena hostia, lo único que queda es tratar de salir más fuerte de ella.

Quiero poner toda mi energía en que tú, que estás al otro lado, también puedas crear tu nueva era. Que no te quemes por seguir un camino preestablecido, y que podamos hacer negocios de otra manera.

 

Por eso, hay algunas cosas fundamentales que marcan esta Nueva Era:

Necesitamos nuevas visiones, como la tuya. Por eso es importante que te hagas buenas preguntas sobre tu sector, que generen cambios importantes

→ No hay fórmulas mágicas, ni “estrategias” enlatadas. No eres el copia-pega de nadie. La única fórmula que te tiene que importar, es la tuya

Desarrollar tu criterio de CEO es de las cosas más importantes. Es lo que te hace independiente y lo que te permite tomar las mejores decisiones para tu negocio

→ Todo el mundo monta negocios para ganar dinero. A mí, me gusta ganar mucho dinero, probablemente, a ti también. Pero eso no es lo único que nos mueve. Antes que eso, ponemos foco en aportar valor real a las personas, la Nueva era va de querer ayudar y tener voluntad de escuchar

La Nueva Era va de libertad. Pero, la libertad, al igual que el éxito, tiene multitud de definiciones. Yo busco libertad creativa. Tú quizás busques libertad de poder estar con tus hijos cuando lo necesiten, o la libertad de elegir los proyectos que encajan contigo

La Nueva Era va de libertad. Pero, la libertad, al igual que el éxito, tiene multitud de definiciones. Compartir en X

 

Ha llegado el momento de atreverse a sobresalir.

Empieza una nueva era de exploración, de plantear una nueva forma de hacer negocios. De simplificar, de humanizar y de liderar tu camino. 

De desarrollar tu propio criterio de CEO, de que prime la calidad en lugar del ruido, y de que desarrollemos nuevas visiones. 

Es el momento de crear tu propia fórmula del éxito. 

Esta es la nueva era. Tu nueva era. Nuestra nueva era. 

¿La construimos?

 

Quiero de verdad que formes parte de la Nueva Era, y que por fin crees una nueva visión para tu negocio y para tu vida. Arriba te contaba cómo lo creé todo, pero aquí te explico en 3 capítulos, de qué va:

 

           

Capítulo 1                            Capítulo 2                          Capítulo 3

 

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