Ya está, lo he detectado.
Tras meses de experimentos, de vivir entre post its y analizar cientos de variables, lo tengo.
Ya sé cuál es el principal problema de por qué no consigues poner en marcha el Servicio de la calidad que te gustaría.
Y sí, tiene que ver con melones, no es que me haya dado un golpe en la cabeza antes de poner el título de este post.
Yo de ti, seguiría leyendo, no vaya a ser que padezcas de este síndrome.
Por supuesto, también vengo con una solución, faltaría más.
Experimentos y melones
En mi naturaleza observadora, he ido detectando un patrón de comportamiento entre todos los emprendedores.
Una característica común que nos hace estar desquiciados a la par que emocionados.
Una tendencia, propia de las mentes inquietas y soñadoras, de esas personas con ganas de comerse el mundo.
Algo, que nos convierte en emprendedores en serie.
Y es que…
Cualquiera que tenga naturaleza emprendedora, es un abridor de melones nato
Repito: no me he dado un golpe en la cabeza.
El tema ya no es solo que es posible que tiendas a la dispersión, la cuestión clave es que no puedes evitar abrir un tema antes de cerrar otro.
Tienes que escribir un post, y te pones a ello, pero antes de acabarlo, ya te has puesto a idear una nueva campaña para Facebook.
O tienes que organizar un macro taller formativo para promocionar tu marca y, en el medio te pones también a renovar toda tu web. Y empiezas un curso de comunicación. Y a chino para negocios.
¿Cómo saber si tienes el síndrome del abridor de melones?
Fácil: observa si estás abriendo melones todo el tiempo… cuando lo ideal es abrir, pero ir cerrando.
No te preocupes, no es grave. Pero sí es importante que lo detectes. ¿Por qué?
Porque esto de abrir una cosa tras otra hace que no te centres en nada en concreto, y que, como tienes tantos frentes abiertos, no avanzas.
Entonces, ¿qué pasa en esta situación?
Que vives permanentemente agobiado, con esa sensación insufrible de estrés cada vez que piensas toooooodo lo que te queda por hacer.
¿Soluciones?
Obviamente no te voy a decir que dejes de abrir melones y ya está.
Porque uno pone en marcha su negocio y tiene que diseñar servicios, hacerse su imagen, su web, su comunicación, colaboraciones varias, meterse en temas de marketing… y todo eso, a la vez.
Y eso, casi por obligación, hace que estemos en un perpetuo estado de abrir frentes.
Si además tu tendencia es esa, estar en todo a la vez, la cosa se complica.
¿Qué hacemos entonces antes de ir a comprar altas dosis de ansiolíticos?
Esta es mi experiencia:
Cuando empecé con esto del diseño de servicios, les creaba a mis clientes toda la experiencia para los suyos, su diferenciación, fases, unos puntos de contacto… todo lo necesario.
Pero me daba cuenta de que, una vez entregado, todo esto era susceptible de quedarse en un cajón para siempre, para no volver a ver la luz.
Así que me remangué e incluí en mi servicio un plan de implementación.
¿Y esto qué es?
Pues no es más que definir la forma en la que vamos a llevar todo nuestro servicio a la realidad. A implementarlo… valga la redundancia…
No solo a pensar qué es todo lo que vas a hacer (fase de abrir melones) sino acto seguido plantear cómo lo vas a hacer… y en qué orden (cerrar melones).
La forma de cerrar melones es…
…establecer fases de implementación.
Llevar a la realidad las cosas desde el orden y la coherencia.
Vamos a ver cómo hacemos esto…
Paso 1: La Lista
Este es el momento donde apuntas todos los frentes que tienes abiertos o por abrir próximamente.
Lo sé, va a ser infinita.
Pero que no cunda el pánico.
Simplemente, apúntalo todo.
Paso 2: Frentes y subfrentes
Esto es el equivalente al número de melones que tengas abiertos.
Cada frente abierto, es un melón (para que entiendas lo que he ido contando hasta ahora…)
Entonces, aquí, debemos separar los frentes con sus respectivos “subfrentes”.
Es decir, la implementación de tu nuevo servicio contempla un cambio de web, que abras un blog y que hagas un primer evento presencial donde vas a hacer algún tipo de demostración (¿por qué no?).
Esto serían los frentes.
Cada frente, está dividido en otras cosas más pequeñas.
Por ejemplo, la web está dividida en fotos, textos, diseño, descargables… Esos serían los subfrentes.
Paso 3: Cerrando melones
Ahora deberías priorizar tus melones/frentes. ¿Cuál es más urgente?
Hay unos, sobre los cuales se sostienen los otros.
Si ya tienes tu servicio definido y lo estás montando online, probablemente la web sea algo prioritario.
Pues ese es el primer melón a cerrar el primero.
Organiza por orden de prioridad cuales son los melones que van antes y cíñete a ese orden.
Pero esto no se queda aquí.
El truco es que, cuando estés centrado en un melón… es bastante posible que vayas abriendo otro… ¿verdad? Que nos conocemos…
¡Pues ponlo a la cola de los melones!
El secreto no es dejar de abrir melones. Lo importante es que, mientras unos se abran, se cierren otros.
Es tu naturaleza… ¿por qué ir en contra de ella? Mejor, vamos a reajustarla a tu favor.
Sino haces esto… ¿qué pasaría?
Pues que tu cerebro ve que hay taaaaanto por hacer, que se bloquea.
Porque está muerto de miedo.
¿Tú no lo tendrías si ves venir hacia ti una avalancha de melones?
Y lo único que sabe hacer es seguir abriendo… y ya sabemos que, por muy maravilloso que sea nuestro servicio, si no lo implementamos, no sirve para nada.
Créeme: los resultados de mis clientes (y su motivación) ha mejorado muchísimo desde que les hago este plan, desde que les dejo todos los melones bien cerrados.
No es malo tener mucha ideas (al contrario), pero no puedes dejar que esta tendencia se convierta en tu propia cárcel, en una espiral que te montas tú solo.
Lo importante es que no se te amontonen hasta el punto de bloquearte y no dejarte avanzar.
Cuando llegues a este punto, haz este proceso… y luego sigue adelante.
Cuando vuelva a estar todo amontonado… otra vez.
¡Vamos a implementar esos servicios! Sino, ¿para qué pasar tiempo diseñándolos?
Resumiendo:
Detecta cuáles son tus melones en concreto
Haz frentes y subfrentes
Prioriza
Ólvidate del resto (por el momento)
Cuando abras melones nuevos, ponlos a la cola
Implementa
Vuelta a empezar
Ahora cuéntame tú: ¿eres un abridor de melones? ¿Qué haces para sobrellevarlo?
Te espero en los comentarios.
Imágenes via
Hola Marta, genial post como siempre.
Yo no es que sea un aridos de melones ocasional, es que si me dejan abro un camión entero en un momento, jeje.
Por eso el documento que mas me ha gustado al trabajar contigo es ese plan de accion pormenorizado que me has entregado, ahí se refleja lo que hay que hacer semana a semana y es oro puro. El resto de melones…a la cola o para rellenar huecos libres.
Un saludo y muchas gracias por todo lo que nos aportas.
Jaja… me ha encantado eso del camión de melones, me lo imagino tal cual. Gracias por tus palabras y…. bien por ti!! Porque está genial que ya tengas mentalidad de poner los melones a la cola en lugar de que te impidan avanzar con lo que ya tienes por hacer. Bravo! 🙂
Me ha encantado Marta! Gracias por darle la vuelta, cuando veo posts con “tienes que tener foco, listas, planificación, etc” me agobio porque no me gusta nada planificar, no va conmigo… Pero con este toque de humor y ver que puedes ir con tu naturaleza, solamente guiarla para ser más productiva, me lo voy a mirar de otra forma. Y la metáfora de la avalancha de los melones es muy top! Gracias!!!
Uf, sí, soy totalmente contraria a que alguien vaya en contra de su naturaleza… creo que lo mejor es conocerse, saber cómo funciona cada uno y encontrar el equilibrio entre planificación e improvisación!! A cada cual, lo que mejor le funcione! Gracias a ti por ti comentario! Un besazo!
Genial Marta! muchas gracias por el post y por la perspectiva que le das a este problema. Yo soy muy de abrir melones y no cerrarlos jajaja, así que voy a tomar nota (y acción) con lo que comentas.
Sabes también lo que me pasa, que cuando me pongo a hacer la lista, es como que de repente la mente se me queda en blanco y no sé por dónde empezar, y luego cuando empiezo por algo, de repente se me amontonan las ideas y me cuesta organizarlas. Voy a hacerlo poco a poco como explicas tú, y a ver si así logro por fin estar más enfocada. Un abrazo!
Si, prueba de esta manera. Identifica tus melones, prioriza cuáles son los más importantes, y luego divídelo en muchas tareas pequeñas. Cuanto más pequeñas mejor! La forma de saber por dónde empezar es analizando que melón va antes y, por lo tanto, qué micro tarea va primero. Mucho ánimo! 🙂
Uy Marta, que post genial… así estoy yo, abriendo melones por doquier y totalmente agotada. Lo peor es que uno termina frustrándose, porque es imposible abarcarlo todo y el cuerpo en algún punto también te pone freno. Me gustó la metodología que detallás. Prometo intentar aplicarla. Abrazos y cariños desde Bs. As., Argentina 🙂
Ánimo con esa apertura de melones!! Sí, te entiendo, puede llegar a ser muy frustrante y agotador… Desde luego, te invito a que pruebes así, seguro que notas los cambios. Un abrazo grande!