Yo sé perfectamente cuáles son mis debilidades. Está muy bien saber cuáles son las buenas, para poder potenciarlas y sacar lo mejor de uno mismo para hacer grandes cosas, ¿verdad? Pues de la misma forma, creo que es tanto (o casi más) importante saber cuáles son las malas (bueno, más que cosas malas vamos a llamarlas “limitaciones”), conocerlas bien para que no te jueguen una mala pasada cuando menos te lo esperas. Una de mis GRANDES debilidades, es que no sé delegar. Sé que es un problema muy común, especialmente entre los emprendedores perfeccionistas como yo (otra debilidad que tengo, claro), pero la tendencia a abarcar más de lo que uno puede hacer puede llegar agobiante porque uno tiene sensación de estar desbordado todo el tiempo. Y, muchas veces, eres incapaz de llegar a los objetivos marcados. De ahí que, si un imprevisto como la muerte de mi ordenador (y demás dispositivos electrónicos que le acompañaban) sucede, como me pasó el mes pasado, hace que puedas llegar a perder el control (cosas de ir siempre al límite) y haga que vaya al justísima de tiempo.
Pero esto me lleva a sacar a la luz una de mis fortalezas: mi gran capacidad de organización. Con mis innumerables listas, esquemas, calendarios que ocupan una pared entera y mis hojas de Excel es como consigo sacar adelante la inmensa cantidad de trabajo que tengo por delante. Y aunque, muchas veces, ocurren cosas que tiran por la borda todas tus previsiones de trabajo y nadie tiene una bola de cristal para adelantarse a sucesos trágicos como el que te narraba anteriormente, normalmente el estar bien organizado te ayuda enormemente a seguir con tu plan y poder continuar con él pase lo que pase. Incluso cuando sufres un “efecto 2000” personal, como el que te decía que me pasó a mí hace poco, porque, como persona hiper-organizada que soy, afortunadamente tenía un backup de TODO y solo tuve que pasarme horas poniendo todo a funcionar de nuevo. Mejor eso a perderlo todo.
¿Y yo cómo sé todo esto de lo que se me da bien y lo que no?
Pues porque me he hecho una DAFO.
¿Una qué?
Pues una DAFO.

Qué es una DAFO
Si no conoces que es una DAFO, yo te lo cuento. Se trata de un término que se utiliza en el ámbito empresarial para determinar, a priori, que dificultades y qué ventajas nos vamos a encontrar si lo ponemos en marcha, sí o sí. Pero ojo, aplicadas a la empresa. La palabreja DAFO son las siglas de:
DAFO: Debilidades – Amenazas – Fortalezas – Oportunidades
– Las debilidades son factores de la empresa que juegan en contra de ella. Se trata de elementos internos que dependen de ella y de nadie más.
Ejemplos: pocos recursos económicos, logística deficiente, escasa tecnología disponible…
– Las amenazas son factores que son perjudiciales para la empresa, dependiendo de qué posición ocupe ésta en el mercado. Estos factores son externos.
Ejemplos: mercado muy saturado de lo que tú vendes, competencia con grandes recursos publicitarios de los que tú careces…
– Las fortalezas son factores nuestros propios que nos son útiles para apoyar nuestra idea de negocio, es lo que sabemos hacer mejor que nadie. Por lo tanto, son elementos internos.
Ejemplos: soy ingeniero y domino los programas de CAD como nadie, tengo un socio serio que se ocupa de la logística con eficiencia…
-Las oportunidades se trata de elementos externos, ajenos a nosotros, que nos pueden ser muy útiles a la hora de posicionar nuestro negocio y que debemos aprovechar.
Ejemplos: has detectado una gran demanda del servicio que tú ofreces, es tendencia el tipo de ropa que tú diseñas…
Por lo tanto, los factores internos son los que llevamos “de serie” nosotros al proyecto y que, de algún modo podemos llegar a controlar, y los factores externos son aquellos ajenos a nosotros que nos afectan y que, podemos conocerlos, pero no controlarlos.
El problema siempre es cuando uno se mete en un jaleo empresarial sin analizar estas cosas bien antes de hacer nada. Si se tienen en cuenta las debilidades y las amenazas desde un principio se podrán prever muchas cosas y, del mismo modo, si sabemos cuáles son las fortalezas y oportunidades, podremos potenciarlas al máximo desde el minuto cero.
Cómo hacer una Dafo que te ayuda a explotar tu creatividad Compartir en X
Ya pero… ¿qué tiene que ver esto con la creatividad?
Pues todo y nada.
Nada porque un proyecto creativo no tiene por qué hacerse necesariamente dentro de una organización empresarial, o proponerlo para obtener negocio de él. Si tu caso es hacer negocio con él, puedes coger las cosas anteriormente mencionadas y aplicarlas tal cual.
Y tiene que ver todo, porque puedes utilizar todo esto para aplicarlo a ti mismo y a tú proceso creativo.
¿Cómo?
Gran parte de mi trabajo trata de planificar. Estoy metida en una gran cantidad de proyectos, pero antes de comenzar algo siempre me paro, reflexiono y planifico. Y una DAFO, que es una herramienta muy sencilla y rápida de utilizar puede ayudar mucho para darse cuenta realmente de que uno es capaz con toda la información delante. Por eso, en mi caso, antes de empezar con lo que sea, me hago una “DAFO personal” para ver si realmente es viable o no y me compensa dedicarme a ello con el tiempo limitadísimo del que dispongo. Esta herramienta sirve, básicamente, para situarnos y definir dónde estamos y de qué manera.
Una DAFO debe usarse siempre al principio de todo proyecto, pero también debe repetirse periódicamente ya que nosotros cambiamos y lo que hacemos también evoluciona a la vez. Siempre sirve para parase y ver por dónde tenemos que seguir o qué tenemos que replantear.
La DAFO aplicada a tu proyecto creativo Compartir en X
Utilizando la DAFO en el ámbito creativo
Mi manera de usar la DAFO para un proyecto con el que uno quiere comenzar, para analizar si vale o no la pena es la siguiente:
¿Cuáles son mis debilidades?
Voy a poner como ejemplo que hago fotografía y me haría mucha ilusión montar una exposición en mi ciudad sobre un nuevo trabajo que trate sobre la solidaridad, porque creo que es necesario concienciar a la gente en general para que entre todos ayudemos a los más necesitados. Pongo esto como ejemplo para que veas que no tienes por qué aplicarlo al ámbito negocios obligatoriamente.
Analizo mis debilidades, esas cosas que podrían ser un tanto perjudiciales para mi proyecto y que vienen conmigo en el paquete. Podrían ser:
– La verdad es que siempre he hecho fotos paisajísticas y no controlo mucho la fotografía social todavía
– No dispongo de un gran equipo fotográfico, ya que yo esto lo hago por hobby.
Lo que tienes que hacer con estas debilidades es tratar de reducirlas o al menos, de tenerlas controladas. ¿Lo ideal? Eso sería conseguir usarlas a tu favor, es complicado, pero no imposible.
En el caso que nos ocupa, el de la exposición fotográfica, lo que tendríamos que hacer es tratar de mejorar nuestras habilidades al máximo para preparar el trabajo practicando mucho la fotografía social (ya se sabe que a sacar fotos solo se aprende sacando fotos…) y, a pesar de no tener un pepino de cámara y un montón de carísimos objetivos, puedes tratar de hacerlo lo mejor posible con lo que tengas. Eso sería minimizar las debilidades y mantenerlas controladas.
¿Cuáles son mis amenazas?
En lo que se refiere a factores externos que nos afectan negativamente, en este caso podrían ser…
– Que tendrás mucha competencia a la hora de poder exponer en los mejores espacios de tu ciudad. Quizás tendrás que competir incluso con profesionales.
– Otra amenaza podría ser que igual tienes un presupuesto reducido para montarlo todo, y a la hora de buscar quien te enmarque las fotos se te dispara muchísimo.
Lo que tendrías que hacer con las amenazas, es intentar reducirlas al máximo. Ya sé que no dependen de ti, y esa es la parte mala, pero las amenazas siempre obligan a trabajar más y hacerlo mejor. Como todo en la vida. Para resolver estos problemas podrías hacer tú mismo de forma sencilla pero original (ya sabes, aplicando tu creatividad) unos marcos diferentes y, con eso, ahorrarte el enmarcado carísimo y añadir un plus a la expo.
¿Cuáles son mis fortalezas?
Es importantísimo tener muy en cuenta qué es lo que se te da bien y lo que ya dominas. Si conoces bien tus puntos fuertes, puedes apoyarte un montón en ellos y explotarlos al máximo. Ejemplos de fortalezas podrían ser…
– Tienes una sensibilidad especial para transmitir mensajes con tus fotos
– Eres un crack de la luz, sabes cogerla en el momento exacto para que la foto quede genial
Lo que tienes que hacer con tus fortalezas es evidente: potenciarlas a tope. Si algo se te da bien y te gusta ya tienes mucho ganado, así que lo ideal sería exprimirlo para ser más crack todavía.
¿Cuáles son mis oportunidades?
Pues una vez las detectes tienes que lanzarte a por ellas. Toda ayuda es poca, así que si hay algo ajenos a nosotros de lo que podamos sacar tajada, estupendo. En este caso, una oportunidad podría ser…
– Resulta que un amigo tuyo de la infancia tiene un local de copas en el que también ponen exposiciones y a su clientela, aunque es menos numerosa que la gente que va a un local exclusivo para exposiciones, le interesa un montón el tema.
– Se acercan las Navidades, y es una época en la que la gente está más sensibilizada con los temas solidarios y podría aprovecharse para que tenga más repercusión.

Una vez analizada toda esta información, es cuando estarás capacitado para decidir cómo empezar y con qué plan. Deberás definir unas pequeñas pautas que sirvan para mitigar las amenazas y debilidades y potenciar al máximo tus fortalezas y oportunidades. Así, podrás por fin darle forma a tu proyecto para que sea único e insuperable.
¡Feliz viaje creativo!