¿Te envuelve una espiral de locura cuando tienes que gestionar los proyectos de tu empresa? Hay formas complejas de hacerlo, pero hay otras que no lo son tanto y que, aún encima, podemos simplificar aún más para adaptarlas a lo que necesitamos.
El miedo suele aparecer cuando tenemos una idea ya que nos suena bien… y llega el momento de la verdad: ¿tendrá buena acogida por parte de los clientes?
Bueno, muchas veces nos pasa que nos flipamos a lo grande. Y luego, se acaba el año y resulta que la flipada se ha deshinchado hasta no dejar ni un mínimo rastro.
Quizás te consideres de naturaleza cambiante. O la gente suele decirte que estás “un poco perdido” con tus proyectos. Lo cual, no quiere decir que tú te sientas así.